DEVOCIONAL

DIARIAMENTE EN CRISTO

DEVOCIONAL DIARIO DEL DR. NEIL T. ANDERSON


22 de febrero

La Luz de nuestro Camino


“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105).


Vivimos en un mundo donde se ilumina u oscurece una sala con solo accionar un interruptor. Las lámparas de los tiempos bíblicos ardían brillantes pero exigían atenciones apropiadas pues si no se las cuidaba, se volvían llama en extinción. La Palabra de Dios usa la metáfora de la lámpara para enseñarnos sobre la guía de nuestras vidas y nos da la oportunidad para aplicar gráficamente esta doctrina.


Buscar fervientemente la clara doctrina de la Palabra de Dios permite que la lámpara arda brillante y nos mantenga en el camino. Cuando no reconocemos nuestras desviaciones teológicas y perspectivas limitadas la luz disminuye y nuestro camino se enreda. La lámpara titila cuando la forma reemplaza a la función y las tradiciones echan a un lado a los mandamientos de Dios y la comunión de los creyentes. La lámpara se apaga cuando servimos a otro amo.


A veces descuidamos lo obvio: la voluntad de Dios se expresa en su Palabra. Yo no luchaba, cuando era niño, por conocer la voluntad de mi padre terrenal pues él me la manifestaba claramente. Aprendí de muy niño que viviríamos juntos en paz si yo obedecía rápidamente. Al ser un niño criado en el campo, tenía sentido ayudar a que mi padre estableciera su reino (el campo de la familia). Los agricultores saben, por la naturaleza, que cosechamos lo que sembramos y no sólo eso, sino que yo iba a heredar el campo de la familia junto con mi hermano y mis hermanas, tal como había pasado a mi padre con sus hermanas.


Sin embargo, me pregunto cuántos cristianos se dan cuenta que ellos están sembrando actualmente en el reino de Dios y que eso es lo que cosecharán por toda la eternidad.


La voluntad de Dios nos es revelada en su palabra. No hay sustituto posible para procurar «con diligencia presentarte a Dios aprobado como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad» (2 Timoteo 2:15) La Biblia es la luz de tu camino.


Padre, no permitas que nada entre a mi vida hoy que disminuya tu gloriosa luz. Yo prefiero encontrar mi camino por la luz de tu palabra.


MINISTERIO DE LIBERTAD EN CRISTO MÉXICO

Gal. 5:1 “Estad, pues, firmes en la libertad con la que Cristo nos hizo libres”.

¡Vive libre, Vive en Cristo!

Tels. 54894565, 56531219, 0445513875388

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EL MEJOR LIBRO DEL MUNDO...

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EL BARBERO

Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y recortarse la barba.

Como es costumbre en estos casos, entabló una amena conversación con la persona que lo atendía. Hablaron de muchas cosas, hasta que tocaron el tema de Dios.

Entonces el barbero dijo:- “Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice”. - “Pero, ¿por qué dice usted eso?” -. Pregunta el cliente.- “Pues es muy fácil: basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O, dígame, ¿acaso si Dios existiera habría tantos enfermos?, ¿ niños abandonados? Si Dios existiera no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas”.

El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio. Recién abandonaba la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo. Al parecer, hacía mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado.

Entonces el cliente entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero:- “¿Sabe una cosa? Los barberos no existen”.- “¿Cómo que no existen?” - pregunta el barbero. – “¡Si aquí estoy yo y soy barbero!” - “¡No! - dijo el cliente -, no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle”.- Ah, los barberos sí existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mí.- “¡Exacto! -dijo el cliente-. Ese es el punto. Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia Él y no lo buscan, por eso hay dolor y miseria.

TOMADO DE INTERNET
FUENTE DESCONOCIDA

Y DIJIMOS QUE ESTABA BIEN...

En la entrevista que le hicieron a la hija de Billy Graham, en el Early Show, Jane Clayson le preguntó: “¿Cómo pudo Dios permitir que sucediera esto?” (se refería a los ataques del 11 de septiembre contra las torres gemelas).

Anne Graham respondió: “Al igual que nosotros, creo que Dios está profundamente triste por este suceso, pero durante años hemos estado solicitándole que se salga de nuestras escuelas, que se salga de nuestro gobierno y que se salga de nuestras vidas”.Y siendo Él todo un caballero, creo que se ha retirado tranquilamente.

¿Cómo podemos esperar que nos dé su bendición y su protección cuando le hemos solicitado que nos deje estar solos?".A la luz de ciertos sucesos recientes (ataques de terroristas, balaceras en las escuelas, etc.), creo que todo comenzó cuando Madeleine Murria O'Hare se quejó porque no quería que se orara en nuestras escuelas. Y dijimos que estaba bien. Ella fue asesinada y hasta hace poco se descubrió su cuerpo.

Luego alguien dijo que mejor no se leyera la Biblia en las escuelas. La Biblia dice “no matarás, no robarás, amarás a tu prójimo como a ti mismo”, etc. Y dijimos que estaba bien.

Luego el Dr. Benjamín Spock dijo que no debíamos reprender enérgicamente a nuestros hijos cuando se portan mal porque sus pequeñas personalidades se truncarían y podríamos lastimar su autoestima. Dijimos que los expertos sabíen lo que estaban diciendo. Y dijimos que estaba bien. El hijo del Dr. Spock se suicidó.

Luego alguien dijo que los maestros y directores de los colegios no deberían disciplinar a nuestros hijos cuando se portan mal. Los administradores de las escuelas ordenaron a los docentes abstenerse de tocar a ningún estudiante que se esté comportando mal, para evitar publicidad negativa y por supuesto demandas (hay una gran diferencia entre disciplinar y tocar, golpear, cachetear, humillar, patear, etc.). Y dijimos que estaba bien.

Luego alguien dijo: “dejemos que nuestras hijas aborten si quieren, y ni siquiera tienen que decírselo a sus padres”. Y dijimos que estaba bien.

Luego uno de los consejeros de la Secretaría de Educación opinó que, como los muchachos siempre van a ser muchachos y de todos modos van a tener sexo, démosle a nuestros hijos todos los condones que quieran para que puedan divertirse al máximo, y no tenemos que decirle a sus padres que se los dimos en la escuela. Y dijimos que estaba bien.

Luego algunos de nuestros principales funcionarios públicos dijeron que no importa lo que hacemos en privado mientras cumplamos con nuestro trabajo. Estuvimos de acuerdo con ellos y dijimos: “no nos importa lo que nadie, incluyendo el Presidente, haga en su vida privada mientras tengamos un trabajo y la economía esté bien”.

Luego alguien dijo: “vamos a imprimir revistas con fotografías de mujeres desnudas y decir que esto es una apreciación sana y realista de la belleza del cuerpo femenino”. Y dijimos que estaba bien.

Y luego alguien llevó más allá esa apreciación y publicó fotografías de niños desnudos, llevándola aún más allá cuando las colocó en Internet. Y dijimos que estaba bien. Ellos tienen derecho a su libertad de expresión.

Luego la industria de las diversiones dijo: “hagamos show por televisión y películas que promuevan lo profano, la violencia y el sexo ilícito”. Y dijimos que estaba bien.

Otro dijo: “grabemos música que estimule las violaciones, las drogas, los suicidios y los temas satánicos”. Y dijimos que estaba bien.

Y dijimos: “no es más que diversión, no tiene efectos negativos, de todos modos nadie lo toma en serio, así que adelante”. Y dijimos que estaba bien.

Ahora nos preguntamos: ¿Por qué nuestros niños no tienen conciencia? ¿Por qué no saben distinguir entre el bien y el mal? ¿Por qué no les preocupa matar a desconocidos, a sus compañeros de escuela, o a ellos mismos?

Probablemente, si lo pensamos bien y despacio, encontraremos la respuesta. Creo que tiene mucho que ver con: "LO QUE SEMBRAMOS ES LO QUE RECOGEMOS".

TOMADO DE INTERNET
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